Este curso es parte de The Littera Project
Un proyecto educacional creado y diseñado por Alvaro Llosa Sanz y Mónica Poza
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Resumen de la clase:
Hombre de Vitrubio, Leonardo Da Vinci (microcosmos)
Aunque la semana pasada
vimos algunos conceptos muy básicos
sobre la Egloga I y el Renacimiento,
hoy ya hemos "entrado en harina".
Hemos tomado, como texto de referencia:
la Historia y crítica de la literatura española,
coordinada por Francisco Rico.
Se han reseñado los conceptos básicos,
en un "recorrido" que ha seguido
los capítulos dedicados al humanismo y la poesía renacentista, en el volumen 2, dedicado al Siglo de Oro: Renacimiento, dirigido por López Estrada.
Galería de los Uffizi, Florencia. Foto: Chris Wee
Conceptos como el de "humanismo": el nuevo paradigma que deja el escolasticismo y la lógica para abrirse libremente y mirar a la cultura grecolatina (Eugenio Garin).
Una revisión a la sociedad urbanizada (el cambio de la fisonomía de la ciudad medieval, abordada por Garin en la Revolución cultural del Renacimiento, a esa ciudad hecha para el hombre, de dimensiones perfectas, y en que la sociedad se organiza idealmente, como la ciudad celestial).
Pero también el paso de una sociedad feudal a otra en que la burguesía comienza a tener más protagonismo, con un incipiente desarrollo de la industria. Tal y como nos menciona, José Antonio Maravall. En esa sociedad tecnológica, en que la imprenta, aparece como invento clave, se desarrolla un individualismo.
La sociedad teocéntrica (con Dios en el centro de todo) deja paso al hombre como referencia (sociedad antropocéntrica), como obra de dios que, a su imagen y semejanza, concentra en sí mismo todas las cualidades que le corresponden, a escala, como "la más perfecta obra de Dios". El hombre es un microcosmos, directamente relacionado con toda la creación divina, con el universo o macrocosmos. En el universo, todo está conectado por el "amor". Y todo está organizado perfectamente por medio una matemática perfecta (harmonia mundi) que surge en forma de sonido de los planetas. Esa "musica de las esferas celestes" es el sonido primigenio, original, en que se encuentra la perfección divina, expresada, matemáticamente, en el ritmo o numerus. Esa música (amor divino) llega a todo en el universo, es la sustancia original de todas las cosas y seres. Esta teoría de la música celeste y la numerología divina se conoce como "pitagorismo". Los artistas del Renacimiento, que desean "imitar" la obra de Dios y crearán sus obras siguiendo esta perspectiva matemática y musical, esta harmonia mundi, para estar en contacto con el Creador Supremo (Dios).
Una revisión a la sociedad urbanizada (el cambio de la fisonomía de la ciudad medieval, abordada por Garin en la Revolución cultural del Renacimiento, a esa ciudad hecha para el hombre, de dimensiones perfectas, y en que la sociedad se organiza idealmente, como la ciudad celestial).
Pero también el paso de una sociedad feudal a otra en que la burguesía comienza a tener más protagonismo, con un incipiente desarrollo de la industria. Tal y como nos menciona, José Antonio Maravall. En esa sociedad tecnológica, en que la imprenta, aparece como invento clave, se desarrolla un individualismo.
La sociedad teocéntrica (con Dios en el centro de todo) deja paso al hombre como referencia (sociedad antropocéntrica), como obra de dios que, a su imagen y semejanza, concentra en sí mismo todas las cualidades que le corresponden, a escala, como "la más perfecta obra de Dios". El hombre es un microcosmos, directamente relacionado con toda la creación divina, con el universo o macrocosmos. En el universo, todo está conectado por el "amor". Y todo está organizado perfectamente por medio una matemática perfecta (harmonia mundi) que surge en forma de sonido de los planetas. Esa "musica de las esferas celestes" es el sonido primigenio, original, en que se encuentra la perfección divina, expresada, matemáticamente, en el ritmo o numerus. Esa música (amor divino) llega a todo en el universo, es la sustancia original de todas las cosas y seres. Esta teoría de la música celeste y la numerología divina se conoce como "pitagorismo". Los artistas del Renacimiento, que desean "imitar" la obra de Dios y crearán sus obras siguiendo esta perspectiva matemática y musical, esta harmonia mundi, para estar en contacto con el Creador Supremo (Dios).
Escucha, gracias a epdlp la música de Francisco de Salinas
Erasmo de Rotterdam
Someramente, hemos repasado el contexto histórico en que se da el Renacimiento español, de la mano de Alexander A. Parker, con el centralismo de los Reyes Católicos, el nacimiento del Estado moderno, y las expulsiones de judíos y moriscos. De la mano de Marcel Bataillon, hemos visto cómo cala profundamente el ideario erasmista, en España (a muy grandes rasgos, un intento de ortodoxia religiosa, basado en la intelectualidad y la paz, que influiría enormemente a la Compañía de Jesús. Martin D.W Jones * nos ha servido para ver el panorama religioso español, previo al Renacimiento, y cómo muchas voces, dentro de la Iglesia Católica, reclaman, ya en el Renacimiento, un regreso a la ortodoxia y purezas cristianas, como modo para combatir la corrupción y la reticencia clerical española a asumir el celibato. Hemos conectado a Sor Juana con este espíritu erasmista, que se exterminará con el Concilio de Trento. (Un avance a la obra de la monja jerónima).
Con C.S Lewis * y Lázaro Carreter hemos aprendido la diferencia entre el hombre medieval y el hombre del renacimiento. Aquel escolástico, que disfrutaba con la creación de sistemas de conocimiento, y su dependencia de la cita a la "autoridad" correspondiente, desaparece. El humanista del Renacimiento mirará a los autores griegos y latinos, y "copiará", "imitará" a estos. Esta "imitatio" se define como: la función que desempeñan las abejas, que van de flor en flor y con el polen de cada una de ellas, crean su propia miel. por tanto, se imita a los clásicos grecolatinos, pero esta imitación se entiende como "asimilación", en la que también hay una originalidad del artista. También hemos definido al hombre del Renacimiento como un conocedor de todas las ciencias (matemáticas, naturales y humanísticas). En su afán por ser como el gran Arquitecto del universo (Dios), el humanista intentará "imitar" esa obra perfecta que es el macrocosmos, para ello utilizará todo su conocimiento de todas las ciencias.
Rafael Lapesa nos ha abierto el camino a las fuentes garcilasianas: Ausias March y Petrarca fundamentalmente. Otros autores, como María Begoña Bueno, Caravaggi, etc. Nos han dado el modelo para analizar sus poemas.
Escucha la Egloga I de Garcilaso, por cortesía de Manuel López Castilleja
La pregunta de esta semana:
Continuamos con el hilo que empezamos la semana pasada, y usando los apuntes de clase, vamos a intentar leer este artículo:
http://cvc.cervantes.es/obref/aih/pdf/10/aih_10_1_051.pdf
Vamos a chatear sobre estos conceptos y cómo los vemos en los poemas que estamos leyendo en la web. Primero, leemos el artículo y conversamos aquí, en el blog, para relacionarlo con lo que hemos aprendido en clase. Después buscamos ejemplos en las lecturas y compartimos esos ejemplos, aquí, en el blog. Para mayor clarificación o problemas, dificultades graves ...Chat en vivo en: Wiggio.
http://cvc.cervantes.es/obref/aih/pdf/10/aih_10_1_051.pdf
Vamos a chatear sobre estos conceptos y cómo los vemos en los poemas que estamos leyendo en la web. Primero, leemos el artículo y conversamos aquí, en el blog, para relacionarlo con lo que hemos aprendido en clase. Después buscamos ejemplos en las lecturas y compartimos esos ejemplos, aquí, en el blog. Para mayor clarificación o problemas, dificultades graves ...Chat en vivo en: Wiggio.